
28 Abr Cuidado con los fritos!
Todos sabemos que la fritura no es la técnica culinaria más recomendable para nuestra dieta, pero unas varitas de merluza nos pueden sacar de un apuro de vez en cuando…y ¿qué sería de un picnic sin unos filetes empanados?
Está claro que una vez al año no hace daño, pero ¡ojo!: El aceite puede llegar a ser muy perjudicial para la salud, más allá de lo nutricional. Cuando vemos que empieza a humear, significa que se está empezando a iniciar la combustión de las grasas, produciéndose unos compuestos muy tóxicos para nuestro organismo:
- Acroleína: es una sustancia que se desprende con el humo e irrita las vías respiratorias. Además es potencialmente cancerígeno.
- Resina de alquitrán: esta sustancia se va depositando en la superficie de las sartenes antiadherentes, formando una capa oscura imposible de percibir.
- Radicales libres: Se producen por la oxidación de los ácidos grasos. Además de acelerar el envejecimiento, aumentan el riesgo de cáncer y de enfermedades coronarias.
- Polímeros: Son productos de difícil digestión, que afectan a la función hepática-biliar.
- Los ácidos grasos insaturados cambian a saturados, perdiéndose todas las propiedades beneficiosas de los primeros.
Si después de leer esto te quedan ganas de encender la freidora, sigue estas recomendaciones:
- Es mejor emplear aceite de oliva, puesto que resiste mucho mejor las altas temperaturas. Por otro lado, cuanto más refinado sea el aceite, mejor.
- No dejar nunca que el aceite humee: para saber si ya está listo, introduce una cuchara de madera. Si se forman pequeñas burbujitas, es que ya ha alcanzado su temperatura óptima.
- Reutilizar el aceite lo mínimo posible. Y en caso de hacerlo, filtrarlo después.
Si seguimos estos consejos, podremos disfrutar de los fritos sin preocuparnos, eso sí, siempre sin abusar.