
27 Jun Educar para frenar la obesidad
Desde el siglo XVI se lleva sabiendo que los extremos no son nada buenos. La propia Santa Teresa de Jesús dijo “No son buenos los extremos aunque sean en la virtud”, pero parece que mucho caso no le hacemos. En la actualidad se vive así, en puros extremos. Y en el ámbito de la alimentación también. La delgadez y obesidad van de la mano. Los puntos medios no están de moda. Ahora la delgadez es símbolo de belleza pero también en ocasiones de enfermedad, tristeza, etc. La obesidad también tiene esa dualidad de sentimientos, felicidad o dejadez.
El problema de la obesidad
Ambos estados físicos conllevan connotaciones sociales, pero la obesidad está mejor vista que la delgadez. Cuando somos pequeñ@s el estar gordit@ses algo habitual, inclusive es el canon de belleza infantil.
El problema comienza cuando ese peso aumenta,llegando a tener sobrepeso u obesidad y no hay un cambio en los hábitos de vida. La obesidad y el sobrepeso infantil se han convertido en un grave problema para la sanidad y nuestra sociedad. Es verdad que ha habido un descenso en el porcentaje de sobrepeso infantil, pero los datos siguen siendo alarmantes.
El estilo de vida actual incentiva este aumento de peso. Los nuevos avances han provocado una infancia más sedentaria que las generaciones anteriores. Las tecnologías han llevado a l@s niñ@s a pasar más tiempo viendo la televisión, jugando con ordenadores, es decir, a tener un ocio inactivo.
A esta pasividad se le suman dos aspectos, que las comidas cada vez sean más calóricas y menos nutritivas (alimentos precocinados, comida rápida, envasada) y el desarrollo de malos hábitos alimentarios (comer con la televisión, comidas menos familiares, comer sin placer, saltarse comidas, falta de rutina, etc).
Todo ello desemboca en arraigar costumbres perjudiciales desde pequeñ@s, que luego son difíciles de cambiar y que pueden desencadenar, además de la obesidad, en diabetes de tipo II, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer, problemas psicológicos, etc.
¿Dónde está el problema?
La base de todo se llama Educación. En la actualidad hay una gran falta de educación nutricional, no solo en niñ@s también en padres y madres, educador@s, etc.
La gente tiene un sentimiento encontrado con la alimentación y en vez de disfrutar, parece que pelee contra ella. Al igual que se aprende a sumar o a escribir, también se debería enseñar a comer, pero a comer bien.
Esta ignorancia está provocando la transmisión de malos hábitos en los comedores escolares. La forma habitual de “enseñar” a comer, no es la más idónea. Se encuentra anclada la idea de que comer mucho es mejor, y no, hay que consumir lo adecuado. Se sobrealimenta a l@sniñ@s, aumentando así su apetito y su peso corporal.
Otra actitud muy desarrollada en los comedores, es obligar a comer o comer con el fin de un premio. La primera muestra poca empatía, ya que, a nosotr@s tampoco nos gusta todo. Habría que intentar, sobre todo, que lo pruebe y ya, que decida.
La segunda forma, alimentar en base de premios, se podría definir como “ANTI- EDUCACIÓN” y os preguntaréis, ¿Por qué? Bien, analicemos:
- Los premios, generalmente, suelen ser comida NO sana.
Es decir, se les educa que coman sano basándose en la finalidad de comer algo no saludable (aplauso).
Conclusión, acaba generando que cuando el o la niña tenga la decisión de elegir, apartará lo primero para comer únicamente el premio.
Por último, otro inconveniente que he podido comprobar es que todo el mundo sabe de alimentación, bueno, perdón, todo el mundo cree saber de alimentación. Lo que hace más complicado el trabajo de l@s verdader@s profesionales.
¿Cómo aprender?
La respuesta es sencilla, charlas, cursos, formación, es decir, educación nutricional dirigida a todo el personal que pueda influenciar en la alimentación (niñ@s, educador@s, profesor@s, director@s, cociner@s,etc).
Hay que empezar a darle mayor importancia a la alimentación, sobre todo, la del@sniñ@s que están en pleno desarrollo.
“Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien” (Virginia Woolf)
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