08 Jun ¡Enséñales a comer bien desde el principio!
¿Te gustaría conocer algunos consejos para ir guiando a tu pequeño en sus primeros pasos por la alimentación?
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Los primeros aprendizajes en la alimentación de un niño son esenciales para que obtenga buenos hábitos en la edad adulta, evitando carencias o excesos que puedan llevarle a enfermedades.
El niño debe decidir cuanto comer, pues facilita que coman hasta que se sacien, evitando sobrepeso y obesidad. Puede ayudarse ofreciendo poca comida en platos grandes para que aumente su confianza en poder terminarlo. Tenga en cuenta que es mejor que coma poco pero variado, por lo que ofrézcale la variedad en un mismo plato, decorándolos para que resulten más apetitosos.Evitar que pique entre horas alimentos poco recomendables, así tendrá más apetito a la hora de comer.
Además no hay que meterle prisa, hay que darle el tiempo que necesite. Si realiza las comidas junto con el resto de la familia se sentirá más cómodo y observará como los demás comen más variedad de alimentos, lo que le irá despertando la curiosidad y le tentará a ir probando cosas nuevas. En el caso de que pruebe cosas nuevas, elógielo. En general, es mejor si le felicita, se sentirá satisfecho y orgulloso y es más efectivo que cualquier reprimenda. Por ejemplo: mejor felicitarle por la zanahoria que se ha comido que por el brécol que se ha dejado.
Hay muchas maneras para fomentar la alimentación variada en los niños, a parte de decorar los platos, como dejando que ayuden en la elaboración de los platos.
Ignorar los malos hábitos en la mesa, y elogiar por los buenos. Procure pedir con amabilidad las cosas, con “por favor” y “gracias”, aunque no lo crea, lo “absorben” todo.
Para promover su alimentación saludable, dale a elegir, por ejemplo, entre dos tipos de verdura, pero no entre alimentos sanos y comida basura.
Un niño que odia los guisantes y las zanahorias puede sorprender disfrutando con espinacas o con coliflor, por ello evita regañar, gritar, ni castigar para que coma lo que no le gusta. No recurra al castigo físico ni al insulto. Debe ignorar las rabietas, ayude a su hijo a aprender a expresar verbalmente el motivo de su enfado.