17 Abr LA MUJER Y LA MENOPAUSIA
La menopausia consiste en un periodo en el cual la mujer comienza a tener desarreglos hormonales y ciclos irregulares, a partir de los 40-50 años. Acaba, finalmente, con la desaparición del ciclo menstrual, y una disminución, hasta llegar a casi 0, de las hormonas sexuales. Produce una serie de cambios en el organismo, entre ellos:
- Cambios fisiológicos debido a la falta de estrógenos (hormonas sexuales femeninas producidas por los ovarios), lo que da lugar a irritabilidad, ansiedad, sequedad vaginal, sofocaciones…
- Cambios en el metabolismo basal que producen la disminución de la masa magra y aumento de la masa grasa y del tejido adiposo abdominal, por lo que se aumenta de peso, generalmente, unos 2-3kg.
- Posible descalcificación de los huesos, con aparición de osteoporosis, ocasionando fracturas, pinzamientos o contracturas musculares.
- Aumento de la probabilidad de padecer diabetes, arteriosclerosis, hipertensión arterial, etc.
¿Qué dieta debo seguir durante la menopausia?
Generalmente, cuando no existen complicaciones ni enfermedades asociadas, la dieta se limita a ser equilibrada y variada, en función de la edad, la actividad física, etc.
Para prevenir enfermedades, como el caso de las enfermedades cardiovasculares, se debe: vigilar la cantidad de colesterol consumida; disminuir la ingesta de grasa animal y aumentar la ingesta de grasa poliinsaturada y monoinsaturada… Otra forma de prevención es la disminución del peso en caso de que existiera sobrepeso u obesidad. Muchas mujeres tienen que someterse a una dieta hipocalórica para evitar atenuar la obesidad o el sobrepeso.
Otra enfermedad que se puede prevenir es la hipertensión, mediante dietas bajas en sal y evitando alimentos como embutidos, quesos, alimentos precocinados, etc.
Uno de los aspectos más importantes en la dieta, tanto de la mujer con complicaciones como la mujer sin ellas, es evitar la descalcificación de los huesos, con su consecuente enfermedad: la osteoporosis. La ingesta recomendada de calcio está en torno a los 1200mg/día, incluso de 1500mg/día. Un tratamiento con estrógenos evita en parte esta pérdida de calcio óseo. Los factores que deben tenerse en cuenta para la correcta absorción del calcio son, por ejemplo: no abusar de los fitatos (la mayor reserva de fósforo de las semillas de cereales y legumbres), los cuales pueden formar complejos de sales insolubles con el calcio, evitando su absorción; evitar exceso de proteínas, pues están relacionadas con la disminución de la absorción del calcio; disminuir consumo de alcohol y tabaco; asegurar la toma de vit D, necesaria para el metabolismo fósforo-calcio; evitar abuso de café, el cual puede aumentar la excreción de calcio; etc.
El resto de minerales y vitaminas deben aportarse en cantidades semejantes a la mujer adulta, teniendo en cuenta que el déficit de hierro frecuente durante la menstruación tiende a desaparecer.