¿Qué leche tomamos?

En los últimos años se ha puesto muy de moda el consumo de leche de soja en sustitución a la leche de vaca, un hábito tan extendido que ya son muchas las cafeterías en las que podemos disfrutar de esta alternativa vegetal.

En gran parte, esto se debe a la mala prensa que se ha generado en torno al consumo de leche de vaca por sus posibles efectos adversos sobre la salud: por un lado, cada vez son más los casos de alergias en la población, siendo la alergia a la PLV (proteína de leche de vaca) una de las más frecuentes en los niños. Por otro lado están los intolerantes a la lactosa, individuos que presentan alteraciones digestivas al consumir leche por deficiencia de una enzima llamada lactasa. Las últimas referencias a este tema, cuestionan la necesidad de los individuos adultos de consumir leche, afirmando que únicamente los lactantes son capaces de digerirla. Hay estudios que incluso han llegado a relacionar el consumo de leche de vaca con la predisposición a ciertos tipos de cáncer. Con toda esta información merodeando, es difícil saber qué tomar.  Vamos a analizar ventajas e inconvenientes de ambos tipos de “leches”:

La leche de soja es una bebida a base de habas mojadas en agua, hervidas y coladas. Como ventajas, cabe destacar su bajo contenido en grasas saturadas y el papel beneficioso de las isoflavonas en el sistema hormonal de las mujeres.  Esta bebida sería una alternativa ideal en las personas alérgicas/intolerantes a leche de vaca. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que la soja se trata de una legumbre, y por lo tanto también podría provocar dificultades para digerirla.

En cuanto a la leche de vaca, es preciso señalar que su contenido en calcio es bastante mayor que el de la soja, pero también lo es su contenido en grasas saturadas, lo que contribuye al aumento del colesterol en sangre. Esta desventaja podemos salvarla si consumimos leche semi o desnatada. Por último está el precio, mucho menor en la leche de vaca que en la de soja.

Analizando esta información, podemos llegar a la conclusión de que ambas bebidas tienen sus pros y sus contras, por lo que, cada uno de nosotros dependiendo de nuestras características, seremos los que tendremos que valorar qué tipo de leche es la más beneficiosa para nuestra salud. Además debemos recordar que existen más sustitutos de la leche en el mercado: bebida de avena, arroz, almendras, espelta, coco, etc…una gran variedad para ir probando. Y en caso de duda, nuestro consejo es siempre consumir un poco de todo sin abusar de nada.

Leche

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