
25 Abr Trucos sencillos para comer de forma más segura
Comer; uno de los grandes placeres de la vida, y por encima de ello, no deja de ser algo VITAL para la supervivencia. Ya que no queda otra opción que hacerlo… ¿Por qué no de una forma más segura?
Las malas prácticas de higiene pueden dar lugar a que los alimentos se contaminen: virus, bacterias, hongos o cualquier toxina producida por algunos de éstos son solo unos ejemplos de amenaza que pueden ocasionar grandes intoxicaciones que, en el peor de los casos, terminan con resultados dramáticos.
Nuestras manos pueden albergar unas 800.000 bacterias de media en una persona de 70Kg, y con el simple hecho de lavarlas, podemos evitar el contagio de enfermedades como la Hepatitis A. Este procedimiento no consiste sólo en meter un instante las manos bajo el grifo, sino que es necesario el uso de jabón además de frotar la palma, entrelazar los dedos e incluir las muñecas en el lavado.
Seguramente alguien ya nos explicó que hay que lavarse las manos antes de comer, pero ¿hay algo más que podamos hacer? La respuesta es sí.
- Cambiarnos de ropa. Muchas veces no somos conscientes de lo que podemos llevar encima, sobre todo cuando se viene de trabajar. Además de estar más cómodos, estamos haciendo una buena práctica de higiene y podemos llegar a evitar contaminación en los alimentos.
- Ducharse antes de comer. Aunque generalmente no se hace, tenemos que ser conscientes de las actividades que hemos realizado a lo largo del día y dónde nos hemos metido, el lavado de manos es insuficiente si estamos de suciedad hasta arriba.
- Empleo de utensilios bien lavados. Mínimo con jabón.
- Evitar malos hábitos durante la comida como frotarse los ojos, la nariz, rascarse la cabeza o morderse las uñas.
- Tener a los animales domésticos fuera de la cocina. Aunque son grandes amigos y compañeros, es inevitable impedir que se ensucien, y dejar que se arrimen a nuestro plato podría poner en riesgo la salubridad de los alimentos.
Evidentemente, no hay necesidad de ser hipocondríaco, simplemente tener en cuenta estos consejos y adoptar estos hábitos de higiene. Si bien es cierto que una persona sana quizá no notaría mucha diferencia, en realidad estaremos velando por nuestra salud y seguridad. Sobre todo tenerlo más presente los días que estamos enfermos y somos más vulnerables.
De esta forma, sin duda, disfrutaremos aún más de nuestra comida. 🙂